Salma Hayek ya tiene su estrella en el Paseo de la Fama de Los Ángeles. Es la número 2.709 y está situada cerca del Chinese Theatre, un emblemático cine de Hollywood Boulevard. Fue precisamente volver a este lugar lo que le hizo recordar un “aterrador” episodio de su pasado.

Durante el acto de inauguración de su estrella, la actriz de House of Gucci contó que unos años después de llegar a Estados Unidos, en la década de los 90 del siglo pasado, estando con unas amigas en este bulevar un hombre las atacó con un cuchillo. Echaron a correr hasta que dos personas redujeron al atacante.

“¿Por qué os cuento esta historia?”, se preguntó la intérprete de 55 años. “Porque cada vez que pienso en Hollywood Boulevard eso es lo que recuerdo. Y la verdad es que esa noche cuando me fui a casa me dije: ‘¿Qué estoy haciendo aquí? Nadie quiere que esté aquí. Casi me matan hoy'”, lamentó mientras la de Eternals continuaba rememorando aquellos días en los que incluso sufrió el racismo, tanto en la calle como en entornos profesionales.

Cuando un día en el cine alguien golpeó su butaca diciéndole: “Mexicana, no te sientes delante de mí. Vuelve a tu país”; o las “muchas veces” que le propusieron que regresara a su país para hacer telenovelas.

Por fortuna, Hayeck persistió y se quedó en Estados Unidos y 37 años después de aquellos comienzos ha agradecido a sus fans que “en los tiempos duros, ellos me dieron el valor” para continuar, dijo en una ceremonia en la que estuvo acompañada por colegas con los que ha trabajado como el actor Adam Sandler y la directora Chloe Zhao, además de el alcalde de Los Ángeles Eric Garcetti y su familia, su marido Francois-Henri Pinault -fundador del conglomerado de lujo Kering que integra firmas como Saint Laurent, Gucci o Balenciaga– y su hija de 14 años, Valetina Paloma Pinault.

Para este día tan importante, madre e hija coordinaron sus estilismos en negro y deslumbraron cada una en su estilo. Salma, con un vestido negro de longitud asimétrica con gran escote y adornos plateados. La actriz completó su look con una torera y unos zapatos de plataforma mientras que su hija prefirió unas botas altas por encima de la rodilla para acompañar a su minivestido con plumas en el bajo y el escote, que lució con una blazer a tono.