La actriz mexicana Salma Hayek detalló en una columna de opinión publicada en el diario The New York Times el acoso sexual y el comportamiento abusivo del productor Harvey Weinstein hacia ella dentro del set de la película Frida.

El texto de la actriz ha hecho eco en el mundo del espectáculo ya sacudido por las denuncias de casi 70 mujeres en contra del famoso productor de Hollywood caído en desgracia.

Weinstein ha sido señalado de acoso sexual, conducta sexual inapropiada y abuso sexual. A través de una portavoz, el productor negó previamente cualquier tipo de sexo “no consensuado” o de “actos de retaliación”.

Cuando CNN contactó a los representantes de Weinstein para comentar sobre las aseveraciones de Hayek, no respondieron de inmediato.

Tras publicar la historia inicial, un portavoz de Weinstein dio una declaración a CNN:

“Todas las acusaciones sexuales presentadas por Salma no son precisas y otras personas que presenciaron los hechos tienen una explicación diferente de lo que ocurrió”.

“Por años, él fue mi monstruo”

En su columna de opinión, Hayek admite que inicialmente no consideró que su voz “fuera importante ni tampoco creía que llegara a hacer la diferencia”. Pero, ahora confiesa que “por años, él fue mi monstruo”.

“Sentí que a nadie le importaba mi dolor”

Hayek dice que esto, tal vez, era el efecto de las múltiples veces que alguien le había dicho en la vida, “especialmente Harvey”, que no era “nadie”.

“Me inspiran quienes han tenido el coraje de alzar la voz, especialmente en una sociedad que eligió a un presidente que ha sido señalado de acoso y asalto sexual”

La actriz dice que llegó la hora de ponerle fin a eso de que un hombre con poder puede hacerle lo que quiera a las mujeres.

Al menos 15 mujeres han presentado una amplia variedad de acusaciones contra Trump, que van desde el acoso sexual y la agresión sexual hasta el comportamiento lascivo en torno a las mujeres. De las mujeres, 13 dicen que Trump las atacó directamente y otras dos dicen que presenciaron un comportamiento que las hizo sentir incómodas. Todos los presuntos incidentes ocurrieron antes de que Donald Trump fuera presidente de Estados Unidos.

El lunes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que las acusaciones tuvieron lugar “mucho antes de que fuera elegido presidente” y que Trump “ha asumido directamente estas acusaciones y ha negado todas estas acusaciones”.

“No creo que hubiera algo que odiara más que la palabra ‘no’”

Según Hayek, después de empezar el proceso de desarrollo de Frida, se encontró lidiando con repetidas situaciones de acoso sexual por parte de Weinstein, que incluían propuestas para tomar un baño junto a él y ofrecimientos de masajes y sexo oral.

Añade que su constante rechazo siempre terminaba con Weinstein exhibiendo una “ira maquiavélica”.

“(Harvey) apostó por mí, por nadie. Dijo que sí. Lo que no sabía es que sería mi turno de decir no. No a abrirle la puerta en la noche en cada hotel y lugar al que llegaba sin avisar”

La actriz relata como se negó a las múltiples propuestas que le hizo el productor, como bañarse juntos, dejar que la viera bañándose, permitir que le diera un masaje, dejar que le hiciera sexo oral y más.

“En un ataque de furia, dijo las aterradoras palabras: ‘Te mataré, no creas que no puedo'”

Hayek dice que Weinstein le insistió una y otra vez y que sus tácticas de persuasión iban desde coquetearle hasta ataques de furia. Durante uno de esos la habría amenazado.

“Me perdí en la niebla de una especie de síndrome de Estocolmo, quería que él me viera como una artista”

Hayek también sostuvo que Weinstein se fijó el objetivo de menospreciarla como productora y actriz. Él le dijo que lo único que ella tenía a su favor “era el atractivo sexual”, según escribió Hayek.

Relata que el productor llegó un día quejándose de las frondosas cejas del personaje de Frida y le exigió que dejara de cojear, dos rasgos característicos de la pintora mexicana.

Además, Weinstein también exigió agregar a la película una escena de amor con un desnudo frontal completo, e incluso amenazó con terminar la producción si los actores se negaban, aseveró Hayek.

“Nunca sabías qué Harvey te iba a tocar”

Hayek confiesa que a veces Weinstein era amable, divertido e ingenioso “y eso era parte del problema”.

“¿Por qué tantas de nosotras, como artistas mujeres, debemos ir a la guerra para contar nuestras historias cuando tenemos tanto que ofrecer?”.

“Hasta que no exista igualdad en nuestra industria, con hombres y mujeres que tengan el mismo valor en todos los aspectos, nuestra comunidad continuará siendo un terreno fértil para los depredadores”, afirma Hayek en la columna.